Aveces vamos caminando en nuestro mundo, que al parecer, es como si estuvieramos librando una carrera contra el tiempo.
En ocasiones por estar sumergidos en nuestro propio mundo de pensamientos y mas pensamientos pasamos por alto muchas cosas ( pequeñas en su mayoría) y al unirlas todas nos hemos perdido la mitad de nuestra vida. Esta seria la consecuencia de no fijarse:
"en esos detalles de la vida"
Un día estaba sumergida en mi rutina de ayudar a destapar las locheras de los niños, a los que le doy clases. Un niño tenía dos naranjas. Le dije que debía comerselas pues sus padres se la habían colocado alli. Paso una semana, el niño avanzo mucho en sus clases, muchos premios y besos para él. Creia que todo marchaba de maravilla, hasta que un día su padre se me acerco. Rápidamente le dije que estaba muy contenta con el niño que había avanzado mucho y que siguieran con la ayuda que le habían brindado. El padre me dijo: profe estoy preocupada por él por que hace dos días no quiere ir al colegio. Primero por que los niños mas grandes le empujan en recreo y segundo por que el dice que usted no tomo la naranja que con mucho cariño le había llevado. Al decirme esto, me senti un poco culpable pues había dejado pasar el detalle de preguntarle el por que había llevado dos naranjas.
Los detalles de la vida se encuentran en todas partes: una mariposa, una sonrisa, un gesto de amor, una palabra. No lo dejemos pasar. Para que un día al final podamos decir que realmente vivimos por que al final la vida se trata de esos detalles que nos llenan de felicidad.
Post data: por un lado me senti triste por no haber entendido el detalle que la vida me había presentado pero por otro lado me sirvio para ser mas cautelosa en esta carrera contra el tiempo.
3 comentarios:
Gracias por lo de detallista, me hace sentir especial. Tomare tu consejo al pie de la letra. El lunes: dos naranjas!
Besos.
La verdad que esos pequeños grandes detalles pueden marcar a alguien.
Cuídate!
si, asi es cheluca.
Besos!
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