Escondiéndonos de algo a lo que tememos. Quizás a la realidad, al dolor, al cambio, a la soledad a nosotros mismos.
Debajo de la cama es mas fácil ver, pensar analizar, discernir. Allí donde nadie nos ve y siendo o no siendo descubrimos parte de esa esencia humana que nos hace sonreír, llorar, sentir y expresarlo.
En ese lugar secreto podemos soñar sin temor a un juicio, una critica, un porque y una pregunta mas.
Allí en el silencio de la soledad podemos descansar del ruido de las cosas y las personas que no saben escuchar.
Debajo de la cama, quien diría, cuantas cosas podemos encontrar.