No esperes a que ese ser que amas con todo tu corazón, este tres metros bajo tierra para decirle lo mucho que le quieres.
Anécdota:
Era uno de esos sábados calorientos de esos que se viven de manera especial en República Dominicana. En esta ocasión estaba en la provincia de santiago, eran las seis de la tarde. Sentada en el asiento penúltimo de la guagua del expreso santiago la Vega, esperaba que el cobrador hiciera su trabajo para si marcharnos felizmente a nuestro destino.
Detrás de mi, una niña de alguno siete años conversaba fervorosamente con su madre. Ella feliz le dice a su hija: Mi amor yo si te quiero, a lo que responde la chiquita, y yo te quiero mucho, mucho mas! Grande, grande! Mami yo te quiero hasta el cielo!
Luego se regalan mutuamente un fuerte abrazo, sellando así esta demostración de amor.
En el alma de un niño, la claridad y la pureza son parte de su esencia.
Atrevete a vivir, a querer, a formar parte de los latidos del amor. Solo así venceremos el veneno que colma las venas de los que solo quieren la guerra.
