Este post lo dedico a mis chiquitos.
No tengo hijos (por el momento) pues no estoy casada como ya se habran enterado por mis post anteriores pero 32 niños, 15 hembras y 16 varones fue lo que en septiembre del año pasado me regalo la vida para que durante un tiempo fuera su madre desde las 7:40 hasta las 12:30 del medio día.
Resultado: mi corazón se ha vuelto mas grande y es que de tanto luchar para que aprendan tantas cosas no solo figuras, números y vocales sino afectividad, sociabilidad y respeto, uno le toma un cariño inmenso.
Cuando finalizan las clases y ellos con sus padres se acercan a buscar las últimas notas del curso, cierto orgullo y melancolía se posan en mi corazón por que ya estan mas grandecitos fisica, emocional e intelectualmente, listos para luchar en la siguente etapa de su vida y pienso: "Ya no seran mas mis chiquitos".
Pero me equivoco, por que son muchos los que se acercan con inmenso cariño a saludar a la que fue su "profe de Kinder" , cariñosamente: Tia Esther y extienden sus manitas para abrazarme y colmarme de besos y palabras hermosas.
Entonces es cuando retomo el pensamiento y digo para mi misma: "Siempre seran mis chiquitos" que un día creceran con lo que un día sembre en sus personas cuando aun no entendian muchas cosas. Solo espero que sean personas de bien.
Besos y abrazos
2 comentarios:
Lo lindo con los pequeños es que en muchos de los casos aprendes mas de ellos que lo que ellos aprenderan de ti...
Hola Alejandro.Tienes 100% de razón en tus palabras. Aveces las personas desconocen esto y los que pueden entender un poco a los niños son poseedores de un gran tacto y observación.
Besos!
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