miércoles, febrero 20, 2008

La pulpera

Nunca olvidare la colmadera Josefa. Con su medio fondo hasta el tope, tapandole parte de los pechos como si fuera un vestido strapel, sus dos moños y con unas palabras de alientos para sus clientes a pesar de que el colmado transpiraba la ruina en cada espacio que observabas.

Su especialidad: pan de agua con queso amarillo, mayonesa y frutina (¿Se acuerdan de este jugo?) tan solo por el precio de 10$

Con cuatro hijos: Eliza, Melisa y otros dos mas que no recuerdo el nombre. Cuando iban por la calle, solo se escuchaba: ahi va el conani!!!

La gente se preguntaba por que a pesar de las ventas el colmado siempre se estaba cayendo y es que los chiquitos aprovechaban que su madre no estaba y consumian lo que estaba de venta, otra razón: "El fiao" . En una libreta de petete toda polvorienta escribia los nombres de los que iban cojiendole fiao o a credito. Había quienes le pagaban pero otros nunca regresaban.

Hey!! traeme la cinco botellas que hay en tu casa que a mi me la cobrabran. Gritaba Josefa. Ese era el cuento de nunca acabar.

Un buen día nos marchamos de aquel barrio: "Sabana perdida" dejando atras a tantos personajes como el de Josefa que daban un poco de policromía y sabor dominicano a mi vida.

Después de un tiempo regrese y sus dos hijas, las cuales le llevaba muchos años, estaban embarazadas sin esposos que la mantenieran y conviviendo en la misma casa que un día fue el colmado de Josefa y que en la actualidad esta cerrado. Josefa ahora es la vende chicharrones y sus clientes le siguen comprando fielmente.

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