Un rostro lleno de sueños, de ilusiones, de esperanzas, de deseos por descubrir, de inocencia, de pureza, de alegría, de paz, de amor.
Cada nuevo sol es un beso de Dios para nuestra vida, una nueva oportunidad para sonreír, perdonar y avanzar.
Los miedos se vuelven espuma cuando decidimos caminar.
Lo que siembres eso cosecharas.
Siembra sonrisas en las personas que encuentres en tu camino, extiende tu mano al que de ti necesite, escucha al que este sediento de que lo escuchen, perdona al que se te acerque a pedirte disculpas y también a aquel que sumergido en su orgullo no se atreve a dar el primer paso. Abraza, besa, llena de detalles el mundo de las personas que a tu lado están.
Al final tu rostro llevará las flores tatuadas del amor de las personas que haz amado.
Aquí esta canción.
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