Hoy

Con tu gran sonrisa me contabas los últimos acontecimientos de tu vida. Me di cuenta de que me faltaban tantas cosas que conocer de ti como un extenso mar, en el que yo, novata nadadora me encontraba en la orilla.

Mirándote a los ojos, escuchaba cada detalle de tus interesantes historias. Sin lugar a dudas era un momento especial, abrías tu corazón. Te expresabas sin miedo. Bromeabas un poco y no eras tu la que escuchabas como acostumbras a hacer en nuestras conversaciones.

Existe más riqueza en escuchar más que hablar.


El mundo esta necesitado de personas que escuchen. El diario vivir esta lleno de ruidos, de cosas. Todos queremos expresarnos. Tanto así que a veces hasta mal interpretamos a alguien en una discusión solo por el simple hecho de no atender bien a lo que dijo mientras hablaba.


Escuchar no es lo mismo que oír

Cuando escuchamos ponemos todos nuestros sentidos a funcionar. Estamos completamente atentos al otro sin pensar en nada más.

Ya casi lo estoy logrando

Aunque parezca difícil de creer, soy de las personas que habla mucho. Incluso en tiempos anteriores se me dificultaba escuchar atentamente al otro, evadiendo así un pensamiento cualquiera. Me dice uno de mis mejores amigos: La verdad Esther que una de las cosas que mas me gustan de ti es que cuando hablamos, me miras a los ojos y escuchas atentamente a lo que estoy diciendo.


Querer es poder, atrévete a escuchar

Quizás encuentres a una nueva amistad o tal vez ayudes a una persona a salir de un gran tormento que guardaba en su corazón. Puede ser que conozcas mas a una persona que creías conocer y comprendas algo mas que tu punto de vista del cual nadie te puede discutir.

Escucha también el silencio. Este guarda sus secretos en la serenidad y calma de su esencia. Una agradable sensación: escuchar el sonido de la brisa, de un pajarillo, de una pequeña rana, el mar, los grillos en la noche y tantas cosas más. Te toca a ti descubrirlas.