¿Ya saben a lo que me refiero?
Es común ver como en las películas donde los protagonistas son los niños y niñas el osito de peluche es el acompañante principal a la hora de dormir.
Desde niña he sido fanática de estos animalitos suaves y peludos. Mis primeros pequeños amiguitos de este tipo fueron: un perrito marrón y un conejito amarillo claro. Cuando iba a dormir trataba de abrazarlos pero me resultaba un poco imposible ya que los mismos eran tan pequeños que solo cabían en cada mano.
Con el tiempo el conejo llego a unirse en amor con una de mis barbie (jejeje) Ya saben, a falta de muñeco Ken, conejo. El perrito no tuvo tal suerte y como todo guardián, era el encargado de cuidar la casa de mis muñecas.
Un día antes de reyes mi querida madre me pregunta: ¿Esther que quieres de juguete? Yo emocionada le respondí: Un osito de peluche para dormir todas las noches con el! Creo que esa última parte mi madre no lo escucho ya que me mando inmediatamente a dormir. Al amanecer una mediana osita de peluche me hacia compañía. El detalle era que tenía un hijito entre sus brazos, el cual no podía despegarse y por si fuera poco permanecía sentada todo el tiempo. Esta termino decorando mi pequeño gavetero.
En otro intento de hacer mi sueño realidad, mami que es muy creativa, se apunta en un curso de hacer peluches. Ella y una amiga hacen un gigantesco oso panda. Los pelos eran tan duros que al abrazarlo producían calor. Este desfilo en una pasarela con uno de mis pantys. (¿Ya pueden imaginar lo grande que era?)
¿Para que contarle del gran oso gris? Mucho mas grande que el oso panda y con pelos que se asemejaban muy bien a la realidad. Nunca pudimos lavarlo ya que su textura y complexión fisica era tan complicada que el primer niño en necesidad que se enamoro de él se lo regalamos.
Y en esos días del amor y la amistad los peluchitos siempre se hicieron presente. Mi primera peluchita de San Valentin en una hermosa canasta decorada con papel brilloso. Fue espectacular pues no esperaba ese detalle de mi querido padre.
Nunca olvidare el peluche amarillo vivo que me obsequio mi primer novio. Con un enorme corazón lleno de luces en el centro que decía TE AMO y cantaba una cancioncita que ahora no recuerdo. Estos detalles volvieron loca a mi madre mas que a mi. Pues ella lo apretaba a cada momento para deleitarse con su música y vistoso color.
En la actualidad tengo tres peluches muy especiales. Un winnie de Pooh que mi perrito Nino, convirtió a la fuerza en pirata, una elefantita brillosa llamada Dumba y mi querido perrito Puchi que reúne todas las condiciones que siempre soñe desde niña.
De seguro que tu también tuviste un amigo especial que nunca te dejo solo en las noches. Vamos! Cuéntame tu historia. Besos!
3 comentarios:
ufff !!
yo aun conservo(aunque en condiciones deplorables por culpa de mis numerosos gatos que he tenido a lo largo de mi vida)
un peluche redondo que era un conejo. me lo regalo mi profesora (que tuve de kinder a 4 basico)cuando me cambie de cuidad...
yo lo adoraba.. me sirvio muchas veces para no sentirme sola en aquel nuevo colegio.. ahora anda por algun rincon de mi casa...
besitos y abrazos muchachita
cuidate
Yo tuve una coleccion de peluches. Ya te conte la historia del elefante grande que tenia, la cual no creo que sea conveniente contarla aca ;).
Aun sigo con la necesidad de abrazar algo, pues reemplace los peluches por una almohada super grande. Por lo cual la mujer que se case conmigo no pasara frio por la noche, ella sera mi nuevo osito de peluche.
Besos
ME ALEGRASTE LA TARDE! ME HAS HECHO REIR... Bueno, mi único peluche fue un osito azul que me dio una tía, pero como yo no soy amante de esas cosas, por muy lindas que me parezcan, lo terminé regalando antes de que el olvido se adueñara de la existencia del osito.
Estuve revisando uno de mis blogs y vi un comentario tuyo! por eso estoy aquí :D
Saludos! me alegro de haber pasado por acá!
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