Yo siempre apuesto por ti

El domingo veia una pelicula que baso todo su inicio, desarrollo y desenlace en el mundo de las apuestas. Particularmente en las referidas a los juegos de poker (el cual nunca he entendido)

El protagonista es un apostador impulsivo, tanto asi que pierde todos sus bienes a favor de esta horrible causa.

En mi pais, República Dominicana es muy común el ver a las personas apostando su dinero a la suerte de uno o determinada combinación de números, esperando fervorosamente que a las nueve de la noche, su triste realidad sea un poco mas rosa.

“Pa ganar el azar, no nací” y lo digo en serio. Ya desde pequeña no me sacaba ni una simple palomita en una fiesta cualquiera y con esta pequeña característica llegué a un cumpleaños de una esposa de un primo. En una funda se encontraban los numeritos que cada niño (a) abrazaba con sus manitas sudadas, esperando ansiosamente ganar la fortuna de ser mencionados para asi llevarse el anhelado premio. Fue extraño aquel momento pero sin lugar a dudas “Inolvidable”. Vaya sorpresa, todos los números fueron ganando poco a poco y así ningún chiquillo se quedo con los ojos largos viendo el regalo del otro, entre los cuales me encontraba yo. Claro que si, fui ganadora de un juego de yaz y estaba muy feliz.

Ya adulta intente jugar unos cuantos numeritos. Siii!. De esos que los supuestos reveladores sueños aseguran la soñada suerte pero para mi desdicha, ni eso me ayudo. Y lean bien, cada elemento en un sueño tiene envuelto un número secreto. Por ejemplo:

Soñar con mesas significa que debes apostar el numero 4. Cuando sueñas con una persona determinada te recomiendan jugar los números de su fecha de nacimiento o el de la cedula y asi sucesivamente.


Lo mas difícil de apostar es mantener la esperanza en que sucederá. Creer ciegamente en lo imposible.

Por eso, cuando uno de mis mejores amigos afirmo que el siempre apostaba por mi, deseos me sobraron de abrazarle y decirle: “Gracias “