Allí estaba en una cocina un poco desconocida para mi cocinando la que serian mis primeras habichuelas con dulces. Todo un reto, no había vuelta atrás. Varias personas deseosas esperaban con ansias el resultado.
Dentro del paquete de dones que le son otorgados a la mujer desde el momento de su nacimiento y durante su proceso evolutivo a persona adulta, el don de cocinera nunca ha sido mi mejor cualidad pero en estos nuevos tiempos el saber hacer de todo un poco te convierte en persona competitiva, apta para vivir en este mundo de conocimientos.
Después de miles de consejos sobre como cocinar mejor. De esos truquitos que personas my queridas suelen darte. Luego de haber conseguido: “Nada”. Me tope con un libro titulado: sopa de pollo para el alma de la mujer. Un libro de testimonios y anécdotas que refrescan los diferentes valores para vivir mejor. Pues bien, allí contaba el secreto de una señora que cocinaba unas mermeladas con un ingrediente especial. Desde entonces copie fielmente el mensaje y no deje de hecharcelo a mis comidas.
MMM… pero… que rica te quedaron! Mmm…. QUIERO mas! Son las respuestas que suelo escuchar… Luego me preguntan: ¿ Como lo hiciste? (a lo que respondo)
Sinceramente no se, simplemente use el ingrediente especial que aprendí una vez, un poquito de amor mientras cocino.
Así que nunca lo olvides. Solo pon un poquito de amor en todo lo que haces y veras excelentes resultados!
